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Arquitectos: MSGSSV
- Área: 9050 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Javier Agustín Rojas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta emblemática esquina de Buenos Aires fue en su origen una de las grandes tiendas de la calle Florida a principios del Siglo XX: “A la Ciudad de México”; edificio de gran nobleza constructiva que permitió su refuncionalización a sede bancaria en 1966 mediante la incorporación de una caja de ladrillo de vidrio en su interior, a la manera de un barco dentro de una botella.
Así convivieron la vieja imagen maciza con una nueva imagen luminosa y permeable, transformando la tienda en un Banco. Esta intervención dió lugar a su incorporación como Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad.
En 2016 se realizó una renovación funcional de los pisos inferiores para recibir nuevas formas de organización bancaria necesaria (funcional y constructivamente), 50 años después.
Hoy, finalizamos la renovación de los pisos superiores por requerimientos funcionales y mejoras constructivas. En este punto, fue necesario encontrar un lenguaje medido en términos de arquitectura, fresco pero acotado, que dé unidad al conjunto y signifique la presencia de una institución actualizada.
Respeto de la esquina. La fuerza urbana de la esquina, como entrada que organiza las circulaciones, las vistas y la arquitectura interior y exterior. A partir de allí se genera una relación diagonal de las plantas entre la ochava y el núcleo de circulaciones verticales en el ángulo opuesto.
Respeto a la estructura modular del edificio. Las estructuras metálicas de impecable ingeniería modulan el espacio y ofician de costura vertical entre todos los niveles, incluyendo la planta baja y el primer nivel.
Respeto al grado de la intervención. La nueva intervención afronta la dificultad de dar unidad exterior e interior a las tres intervenciones enlazando los distintos lenguajes hasta conformar el coronamiento del edificio. La modulación estructural provee la costura de las distintas situaciones.
Respeto al correr de los años. Grado con que la arquitectura de hoy continua la de 1966 y es soportada por la vieja arquitectura neoclásica.
En la parte superior, los frentes de terrazas escalonadas generadas por los retiros han sido resueltos mediante un tratamiento de barandas de placas de vidrio levemente separadas.
Esta resolución une arquitectónicamente los niveles superiores para conformar un coronamiento contemporáneo para el edificio, resultando una imagen de gran identidad que se diferencia de las tradicionales fachadas de courtain Wall.
En su interior, todos los niveles han sido resueltos a partir de dos premisas. Flexibilidad: se sigue manteniendo y se enfatiza este principio que permita, tal como permitió hasta ahora, adaptarse a las distintas situaciones que la institución requiere para recibir cambios funcionales. Luz natural: se ha tratado de que cada nivel tenga un contacto con vistas hacia el exterior y permita la llegada de luz hasta el interior de la planta.